1. Quienes buscan rentabilidades las hallarán
Los mercados inmobiliarios globales son increíblemente diversos y esta diversidad ofrece un atractivo potencial de rentabilidades. Sin embargo, también son necesarios amplios conocimientos especializados, porque las rentabilidades han de buscarse en sectores y mercados y, especialmente, con socios que tengan experiencia local. Además, a los inversores interesados a menudo les resulta difícil seleccionar activos prometedores y mantener un enfoque eficiente y diversificado. Porque incluso los mercados inmobiliarios globales funcionan primordialmente de forma local. Lo que se necesita, por tanto, son conocimientos y experiencia locales, además de una red también local y una interacción intensiva con expertos sobre el terreno.
2. Cuatro megatendencias
Credit Suisse Asset Management identificó cuatro megatendencias que conformarán en gran medida la demanda de inmuebles: sostenibilidad, urbanización, demografía y digitalización. Estas tendencias se desglosan en temas y segmentos inmobiliarios particulares y con frecuencia se implementan incluso a escala local, puesto que cada mercado puede diferir mucho en potencial y madurez. Igualmente importante es la gestión activa de la cartera en cooperación con expertos sobre el terreno.
3. Sin riesgo innecesario
Las inversiones indirectas en inmuebles internacionales ofrecen dos grandes ventajas: primero, el perfil de riesgo es moderado, situándose entre las acciones y los bonos. En segundo lugar, los vehículos de inversión no negociados ni cotizados demuestran una volatilidad significativamente inferior a la de los productos de inversión cotizados y poseen una correlación notablemente menor con las bolsas. Entre 2000 y 2020, esta correlación con los mercados de renta variable fue de 0,44.
4. Infraponderar por las razones equivocadas
Es un error de concepto habitual que invertir en inmuebles exige grandes desembolsos de capital, sobre todo en las inversiones inmobiliarias internacionales. Eso es solo cierto en el caso de los inversores que realizan inversiones directas. No obstante, no es así cuando se invierte de forma indirecta en activos inmobiliarios internacionales. Las consideraciones sobre riesgos suelen llevar a que esta inversión se encuentre infraponderada (véase arriba). Si bien en torno al 59% de los volúmenes de inversión en renta variable se coloca internacionalmente, en el caso del mercado inmobiliario esa cifra se sitúa aproximadamente solo en el 12%, de media. Los inversores cuyas carteras están infraponderadas en inversiones inmobiliarias internacionales están perdiéndose una rentabilidad y un potencial de diversificación considerables.
5. Diversificación en dos niveles
Las inversiones inmobiliarias internacionales ofrecen diversificación inherente con respecto a la mayoría del resto de clases de activos. La ventaja de diversificación puede incluso aumentarse mediante decisiones competentes con la ayuda de variadas inversiones meta, gestores, regiones, sectores y perfiles de riesgo, así como megatendencias. Con los vehículos de inversión indirecta, pueden lograrse muchos de estos efectos con un capital relativamente reducido.