«Yo quise invertir alrededor de 300 CHF en una vivienda multifamiliar en Detroit a través de un proveedor estadounidense en 2019», señala Schär, director del Centro de Finanzas Innovadoras de la Universidad de Basilea. «El proceso técnico relacionado con el token funcionó sin problemas.» Pero luego sucedió algo que llevó a Schär a cancelar la transacción: «Había alrededor de 150 páginas de documentos legales que debía leer y firmar.»
Este ejemplo ilustra por qué la tokenización aún no hizo avances significativos en el sector inmobiliario. Esto es debido a que habitualmente la base legal aún no se definió o los procesos relacionados con la entrada que figura en el catastro y la transferencia de la titularidad no están digitalizados. Pese a esta decepcionante experiencia,Schär está convencido de que la tokenización y la blockchain, como tecnología subyacente, tienen mucho potencial, lo que supone una oportunidad que el sector inmobiliario ciertamente debería aprovechar. Es algo de lo que tanto los inversores como quienes ofrecen inversiones inmobiliarias podrían beneficiarse.
Ventajas varias
La tokenización de los inmuebles suele ser más elogiada porque permite realizar automáticamente las transacciones, es decir, sin un intermediario o asesor, y de forma mucho más rápida. Schär, no obstante, cita la transparencia y el alto nivel de seguridad como ventajas clave. Cuando estos tokens, que representan la titularidad de una propiedad, se negocian a través de una blockchain pública, la transacción es completamente transparente para todos los participantes.
En opinión de Schär, la interoperabilidad es la segunda ventaja importante. Por ejemplo, los tokens pueden utilizarse como garantía en otros protocolos financieros y beneficiarse de las especiales características de los sistemas financieros abiertos. Otras ventajas —como el impacto en las oportunidades de diversificación para los inversores— pueden ser interesantes, pero también podrían lograrse empleando otras tecnologías.